Como alguien que pierde la señal
y se encuentra en medio del naufragio.
Así yo, que me presento con mi jeta y mi
nueva piel:
semblante cubierto
por una lluvia de balas… Más ficticio no podría ser
ese despliegue de luciérnagas
que han agujereado el rostro donde
nada pasa. Balas, luces, centelleos
que son ráfagas en mi cambio de domicilio,
en mi lengua que se enrosca viva
como el tentáculo del pulpo en cacerola
de espantos.
Por no decir que hay más muerte entre lugares
y transiciones: de un lado a otro, con
nuevo nombre con nuevo rostro. Al fin
lo giratorio lleva la velocidad sensata
pero ningún movimiento podrá generar
el cambio de página, de piel,
de nombre.
(Publicado en el Fanzine Kiosko Volador, número 6, agosto de 2023, Ciudad Sahagún, Hidalgo, México).